domingo, 15 de enero de 2012

9ª Lectura

EL CAMELLO ROBADO.

Un sabio anciano iba caminando solo por el desierto. Marchaba lentamente, contemplando el camino. De cuando en cuando se detenía, observaba el terreno y movía la cabeza como respondiendo a un pensamiento. Vio entonces, a lo lejos, dos figuras que se acercaban y se detuvo a esperarlas. Eran dos hombres que daban muestras de inquietud. Antes de que pudieran hablarle, el sabio les preguntó:
-¿Habéis perdido un camello?
-Sí, ¿Cómo lo sabes? –dijeron ello, extrañados.
-¿Es un camello tuerto del ojo derecho y que cojea de la pata delantera izquierda? –insistió el sabio.
-En efecto.
-¿Es un camello al que le falta un diente y lleva un cargamento de miel y de maíz?
-¡Sí! ¡Ése es nuestro camello! Pronto, buen anciano, dinos dónde está.
-No lo sé –respondió el anciano-, y no he visto en mi vida ese camello ni he oído hablar de él antes de ahora.
Los dos hombres montaron en cólera. ¿Cómo podía aquel viejo decir que no había visto el camello cuando lo había descrito tan minuciosa y exactamente? Tal vez él mismo lo había robado y ahora quería burlarse de ellos.
Sin pensarlo más lo amarraron y lo llevaron ante el juez. Tras haber oído lo que exponían los mercaderes, el juez preguntó al sabio:
-Anciano, ¿te declaras culpable del robo del camello?
- De ninguna manera, señor; yo no he robado nada.
-¿Cómo puedes explicar, entonces, que conocieras tan bien todas las características del camello y hasta su carga, si, como dices, no lo has visto?
-Sencillamente, fijándome en lo que veo y analizándolo con un poco de sentido común. Verá: hace unas horas advertí en el suelo las huellas de un camello; como junto a ellas no había pisadas humanas, comprendí que el camello se había extraviado. Deduje que el animal era tuerto del ojo derecho porque la hierba aparecía intacta de ese lado cuando la parte izquierda estaba comida. Supe que cojeaba porque la huella del pie delantero izquierdo era mucho más débil que las otras.
-Me parece muy ingenioso –observó, interesado, el juez.
-Luego vi que entre la hierba mordida quedaban siempre unas briznas sin cortar –dijo el sabio-, por lo que deduje que al animal le faltaba un diente. En cuanto a la carga, vi que unas hormigas arrastraban unos granos de maíz, mientras que varias moscas se afanaban en torno a unas gotas de miel que había en el suelo.
-Verdaderamente, eres un hombre sabio –dijo el juez- y veo que dices la verdad. ¿Qué pensáis vosotros? –añadió dirigiéndose a los mercaderes.
Los dos hombres reconocieron que el viejo era inocente y, tras pedirle disculpas por sus sospechas, se fueron, admirados por tanta discreción.

Cuento popular



CUESTIONARIO


A) COMPRENSIÓN LITERAL

1- ¿Quiénes son los protagonistas de esta historia?

2- Por dónde iba caminando el anciano sabio?

3- ¿Qué preguntó el anciano a los dos hombres que encontró?

4- ¿Qué observó el anciano al ver la hierba?

5- ¿Qué pistas le dieron las hormigas?


B) COMPPRENSIÓN INFERENCIAL

1- ¿Por qué sabía el anciano que habían perdido un animal?

2- ¿Cómo dedujo que el animal era tuerto del ojo derecho?

3- ¿Por qué dedujo el anciano que al camello le faltaba un diente?

4-¿Por qué pensaron los dueños del animal que el anciano se lo había robado?

5- ¿Por qué pensó el anciano que el animal llevaba maíz y miel en la carga?

6- ¿Por qué pensó que el animal era cojo del lado izquierdo y no del derecho?


C) COMPRENSIÓN VALORATIVA

1- ¿Qué te parece la actitud que tuvieron los dos hombres al principio con el anciano ?
Explícalo.

2- Tú crees, si te pones en lugar del sabio anciano, que hubieras actuado como él.

3- ¿Cómo crees que actuó el juez con el anciano? ¿Por qué?

4- ¿Qué te parece la actitud de los hombres cuando el juez les preguntó? ¿Qué pensáis vosotros? Explícalo.

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